Morillo Energy confía en la calidad y respaldo de Grupo Simma para ampliar su flota de generadores

Con el objetivo de atender las exigencias del mercado de arriendo de equipos, Grupo Simma ha fortalecido su relación comercial con la empresa Morillo Energy, un cliente estratégico con operaciones internacionales y presencia consolidada en Chile. Este vínculo se basa en la capacidad de Grupo Simma junto con su línea de productos Pramac para ofrecer soluciones adaptadas a los requerimientos particulares del segmento, donde los equipos deben cumplir configuraciones específicas para soportar diversas condiciones de uso intensivo.

“Los generadores destinados al arriendo deben cumplir con ciertas características que los diferencian de aquellos diseñados para uso continuo. En este caso, los equipos vendidos a Morillo tienen origen europeo, con fabricación en Italia, lo que garantiza un estándar superior en términos de confiabilidad y desempeño”, destaca Mario Cañas, Business Line Manager de Compresores de Grupo Simma.

Además, estos generadores pasan por pruebas rigurosas antes de ser entregados. “Utilizamos bancos de carga para simular condiciones de operación reales, asegurando que los equipos cumplan con las expectativas del cliente. Este nivel de compromiso es parte del servicio integral que ofrecemos”, agrega Cañas.

Otro aspecto decisivo en la relación ha sido el servicio postventa y la cercanía del equipo comercial, liderado por Patricio Fassioli, Gerente Comercial de Equipos. “En Grupo Simma nos enfocamos en brindar soluciones flexibles y eficientes que se adapten a las necesidades específicas de cada cliente. Sabemos que cada proyecto presenta desafíos y tiempos únicos, por eso ofrecemos equipos de alta calidad, con una logística ágil y el respaldo de nuestra amplia red de sucursales”.

“Estamos orgullosos de que clientes como Morillo confíen en nosotros por la calidad de nuestros productos y por el respaldo técnico y comercial que ofrecemos. Es un reflejo de nuestro compromiso con la excelencia en el servicio”, concluye Cañas.